Los comensales de los restaurantes son cada vez más exigentes con la calidad de los platos y con cada uno de los ingredientes. Son inquietos, se van formando en gastronomía y cuentan con un criterio propio gracias al cual tienen claro lo que quieren.

Para satisfacer estos paladares, la Coca de Cal Mossèn es siempre excelente y hacemos que llegue a los restaurantes en condiciones óptimas, para que sea servido sin romper la trazabilidad ni la cadena del frío.

La coca de Cal Mossèn es bien diferente a otros panes de mesa: por dimensiones, elaboración y, sobre todo, por su sabor único.

Está hecha a mano y con materias primas 100% naturales, mediante un proceso que dura más de ocho horas de lenta fermentación. Además, la harina que se utiliza para elaborar la coca de Cal Mossèn se prepara únicamente para este propósito.

Pero el gran secreto es que la coca surge de una antigua técnica de pastado conocida como el ventat, consistente en estirar la pasta a mano. Este método cayó en desuso porque resultaba muy pesado, aunque es la manera como se evita que desaparezcan las burbujas de aire de la segunda fermentación.

La paciencia y el respeto por los tiempos de reposo y de fermentación son los otros elementos que permiten obtener la genuina coca de Cal Mossèn.